domingo, 18 de enero de 2015

La última palabra. Hanif Kureishi.

La última palabra. Hanif Kureishi. Anagrama, 2014.
Idioma original: Inglés.
Traducción: Mauricio Bach.
Valoración: Recomendable.


La última palabra es la nueva novela del escritor británico de origen pakistaní Hanif Kureishi (Londres, 1954), cuyo nombre me sonaba menos que dos de sus obras más reconocidas, el guión de Mi hermosa lavandería, y la novela El Buda de los suburbios. Primera novela que leo de Kureishi, pues. En ella se nos cuenta la historia de un enfrentamiento entre dos escritores, por un lado Mamoon Azam, septuagenario escritor de prestigio, nacido en India pero completamente asimilado a la cultura británica y bastante conservador políticamente; y por otro el joven Harry Johnson, autor de un libro sobre Nehru y que ahora ha recibido de su peculiar editor la tarea de escribir la biografía del quisquilloso Azam.

En este negocio todo el mundo gana, el libro ha de ser más o menos escandaloso y ha de permitir a Harry dar el gran salto hacia la fama,  y a Mamoon revitalizar su obra y trascender. En ambos casos el pago de facturas acumuladas también cuenta como acicate para acometer la tarea. Porque ésta no será sencilla. Para Harry supondrá husmear en el pasado del viejo, conocer a sus amantes, leer el diario de su ex mujer muerta e intimar y vivir durante un tiempo en su casa de la campiña inglesa. Allí la inestable nueva mujer de Mamoon, Liana, una italiana veinte años más joven que él y Julia, la chica del servicio, aportarán también su granito de arena a la experiencia de Harry. Otro personaje importante en la historia es la novia de Harry, Alice, que pasará temporadas en la casa y establecerá una extraña relación con Mamoon.

Con estas premisas Hanif Kureishi teje una historia sutil de traiciones, deseos y culpas, donde al principio la palabra del título parece que tiene que ver con la literatura, con esas palabras que hacen de puente con la realidad: “Las palabras inadecuadas podían envenenarte y arruinarte la vida, había comentado Mamoon en una ocasión, y las palabras adecuadas eran capaces de reformular la realidad”. Y que, sin embargo, hacia el final, se descubre que el título hace referencia al resultado del enfrentamiento entre los dos egos que describe la novela, porque ¿permitirá Mamoon que Harry se quede con la última palabra?.

En resumen, una buena novela, a ratos divertida, irónica y sensual. Por ponerle un pero la voz narrativa, distante y fría, no permite que conozcamos las interioridades de los personajes, que parecen deambular sin remordimientos entre relaciones poco convencionales. Pero esto no resta para disfrutar de su lectura.



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